
En mi experiencia como bloggera, muchos lectores suelen preguntarme dónde compro los libros, qué ejemplares recomiendo, cómo es mi experiencia en la Ferias, y por qué cree el blog. Pero hay una interrogante que muy pocos me hacen, no porque sea complicada formularla sino porque es inusual que se la realicen a una persona que le encanta y tiene un hábito de lectura; la cual es: ¿Alguna vez odiaste leer?
Desde pequeña se me inculcó que la lectura es vital para el conocimiento, por ende, no tengo problemas con los libros académicos. Además, siempre he sido estudiosa y perseverante con mis notas. Sin embargo, no todo se basa en la academia, leer por entretenimiento es fundamental. En ese momento, mi madre tenía una estantería llena de novelas. Era lo que predominaba y tenía al alcance para leer. Es aquí cuando comienzan mis días oscuros (risas) ¿Por qué? Imaginense una niña morena, de cabello rizado y ojos negros, que comienza a leer libros como El Principito a la edad de nueve años. Y luego a los diez, Don Quijote de la Mancha, pero no la versión para niños ni la ilustrada.
Al no comprender las historias, poco a poco mis ganas de leer disminuyó. Para luego, molestarme... Después, específicamente antes de los catorce años, los profesores del instituto me mandan a leer novelas. Las cuales tienen una característica muy conocida por la sociedad, son obligatorias. Es entonces, cuando mi problema con la lectura se incrementa.

Es por todo lo anterior, que apuesto totalmente por la literatura juvenil-adulta. No sé si ustedes han pasado por tiempos tan oscuros como los míos (risas), pero definitivamente me gustaría saber. Acepto que no siempre me gustó leer, pero ya eso pasó. Ahora me alimento, literalmente, de los libros académicos y de los que pertenecen a otro género. Creo que hay dos claves mágicas para fomentar la lectura en alguien, elegir un libro de interés que pueda ser leído según las capacidades cognitivas del lector, y en disminuir el sentimiento de obligatoriedad hacia los ejemplares. Lo demás es historia, puesto que hay libros que no se olvidan.
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Yo se muy bien lo que es no poder gastar para comprarte un libro que quieres, y las compras compulsivas con la tarjeta de credito que despues me lamento al pagar...
ResponderEliminarNo he tenido tiempos oscuros en los que no me guste la lectura. A veces me aburro y pruebo otro genero, a mi me gusta todo con tal de que este bien escrito. Pero cada vez tengo menos tiempo para leer, me da sueño al llegar a la casa del trabajo y me es dificil quedarme leyendo toda la noche, porque al dia siguiente tengo que cumplir.
Ojala llegue el dia en Venezuela en que comprar un libro no sea un lujo.
¡Ojalá! Y que bueno que siempre te gustó la lectura.
Eliminar¡Oh, yo también tuve mi tiempo oscuro!. Sobre todo porque en mi casa, no hay fanáticos de la lectura, y tampoco había libros para leer.
ResponderEliminarLos pocos que me pedían en la escuela nunca lo usábamos y bueno, así fue...hasta que me leí Judy Moody salva el mundo, y luego poco a poco me fue gustando leer, y estoy en proceso de leer otros géneros (y clásicos). <3